Los arqueólogos que manipularon 476 piezas y cambiaron la historia del cristianismo y del euskera

El hallazgo fue la bomba, tanto que alteraba el curso de la historia conocida. En el año 2006, Eliseo Gil, entonces director del yacimiento romano de Iruña-Veleia, situado a unos diez kilómetros de Vitoria, anunció el descubrimiento de la representación más antigua conocida de la crucifixión de Jesucristo, piezas con jeroglíficos egipcios y, lo que era más sorprendente aún, unas inscripciones en euskera que encumbraban al sitio arqueológico del siglo III como la cuna de este idioma. Pero todo resultó ser un montaje, un falsificación… Seguir leyendo